La segunda ciudad más grande de Brasil, Río de Janeiro, adoptará el viernes nuevas restricciones relacionadas con el COVID, incluido un toque de queda nocturno, en un intento por frenar una segunda ola mortal que está asolando el país sudamericano.
La ciudad de 6,7 millones de habitantes impondrá un toque de queda desde las 23 a las 5 horas y ordenará a los restaurantes que cierren a las 17 horas, mientras que ciertos negocios, como los clubes, cerrarán por completo, según la información publicada en el boletín oficial de la ciudad el jueves.
Si bien las muertes y las infecciones por COVID-19 están disminuyendo a nivel mundial, ese no es el caso en Brasil, donde un récord de 1.910 personas pereció a causa del virus el miércoles.