El mandatario evaluó que la provincia se aproxima «al pico» de nuevos casos diarios, a lo que seguirá «una fase de disminución» de los contagios. La positividad marcó un récord en lo que va de la pandemia, con el 55%, pero la letalidad (1,75%) es la más baja desde el inicio de la crisis sanitaria.
A través de sus redes sociales, el mandatario consideró que «esto señala que estamos próximos al pico a lo que sigue una fase de disminución de los contagios».

El análisis se basa, fundamentalmente, en el comportamiento mostrado por el R0, que es el índice de propagación secundaria, que determina el número de casos secundarios causados por cada infectado en una función de tiempo. Cuando el valor es inferior a 1, el brote tiende a extinguirse. En el Chaco, el índice alcanzó un récord la semana pasada, al trepar al 5,56; y sin embargo, en estos últimos siete días cayó a 1,51.
El gobernador remarcó además que el ritmo de vacunación «es elevado».
De hecho, se han superando las 11.000 aplicaciones diarias en el mes de enero (hasta entonces el promedio era de 7000), y el día 11 de enero, incluso, se alcanzó el récord de 27.044 dosis aplicadas.»Llevamos 1.923.701 aplicaciones al día de la fecha», indicó.

Otros indicadores destacados por Capitanich, marcaron registros negativos y alentadores. «La positividad registró 55% y el mayor valor alcanzado en toda la pandemia», según el mandatario, pero la tasa de letalidad «alcanzó» el valor minino de 1.75% también de toda la pandemia.